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El mindfulness es una palabra cada vez más presente en las aulas y las reuniones de maestros. Muchos apuestan por esta filosofía como método para trabajar la educación emocional de los niños. Pero aún así, existen muchos docentes que no conocen del todo bien qué significa mindfulness y cómo les puede ayudar en el aula.
El mindfulness es un conjunto de técnicas, prácticas y ejercicios enfocados a conseguir la atención plena. Se trata de meditar y lograr estar concentrado en el momento presente, adquirir un profundo estado de autoconciencia que ayuda a la aceptación y la autoestima.
¿Cuáles son los beneficios del mindfulness? En adultos, sirve para controlar la ansiedad y el estrés, aprender a concentrarse, ejercitar la memoria e incluso potenciar la creatividad y evitar el insomnio. También hay que tener en cuenta que no todo el mundo conecta con el mindfulness al mismo nivel ni le es útil de la misma manera; la predisposición es muy importante en este caso.
Los beneficios del mindfulness en niños son similares, teniendo en cuenta su edad. El mindfulness favorece la capacidad de escucha y provoca que estén más receptivos y participativos y desarrollan la concentración y la memoria. Permite que sean conscientes del propio cuerpo y aprendan a relajarlo, y también fomenta las relaciones interpersonales ya que aprenden trucos para superar momentos de tensión, bloqueos y conflictos.
Gracias al mindfulness los niños aumentan su autoconfianza, mejoran el rendimiento deportivo y la perseverancia, la calidad del sueño y el descanso y, en general, su salud. Para los niños con problemas de asma, previene las crisis asmáticas. Y es de ayuda para los profesores porque facilita el control del grupo de niños, ya que se crea un clima favorecedor para el aprendizaje en el que se reduce la impulsividad. No cabe la menor duda, hay que animarse a practicar mindfulness en clase.
La mejor herramienta para realizar ejercicios prácticos de mindfulness en el aula es Mindful Kids. Mindful Kids es un juego que consiste en una peonza gigante en la que se incrustan discos con diferentes actividades de mindfulness. Al rodar la peonza, ésta se apoya sobre uno de sus 6 lados, y en cada lado hay una actividad. Los niños tienen que ir ejecutando las actividades que marca la peonza, siempre con la guía de su profesor.
Los juegos que incluye Mindful Kids se dividen en 4 tipos: la respiración consciente, en la que aprenden técnicas de respiración profunda; la relajación muscular, para distender los músculos y aliviar el sistema nervioso; el yoga para niños, con la imaginación como principal aliado; y la visualización, meditación y reflexión para poner en sintonía cuerpo y mente. Esta variedad (¡36 actividades en total!) contribuye a que sea un juego dinámico que sorprenda y no aburra a los más pequeños.
Con Mindful Kids se trabaja el juego abierto, el autoconocimiento y la alfabetización digital. Está enfocado a niños de 2 a 7 años y se puede integrar la tecnología a través de Play Miniland, que te ofrece recursos digitales que complementan y amplían las posibilidades del juego. También cuenta con una guía didáctica ¡de lo más útil para profesores!
Los beneficios del mindfulness en el aula son muchos. Debes conseguir crear un ambiente tranquilo, sin demasiado ruido ni molestias exteriores, tener en cuenta las diferencias de cada niño y tú, como educador, mantener siempre la calma para ser un buen ejemplo dentro del ejercicio. Con Mindful Kids notarás rápido los resultados de practicar el mindfulness en el aula: unos alumnos más atentos, despiertos y felices.
